Los Productos de Tabaco Calentado (PTC) son unos dispositivos novedosos y emergentes creados por las empresas tabacaleras para captar nuevos clientes, con el argumento de que ayudan a dejar de fumar y que son menos nocivos.
Según un estudio elaborado por Laura Llambí, directora de la Clínica docente de la Universidad de la República, los PTC emiten aerosoles que contienen sustancias tóxicas y cancerígenas cuando se calienta el tabaco o se acciona el dispositivo que lo contiene. Contienen nicotina, sustancia altamente adictiva y suelen tener saborizantes. El tabaco se encuentra contenido en un cilindro similar a un cigarrillo denominado por ejemplo “heat-sticks” o “heets” o “neosticks”, o en cápsulas.
Según Llambí, los dispositivos más modernos calientan el tabaco hasta temperaturas más bajas que el cigarrillo convencional (generalmente menores a 600° C) por lo que no alcanzan la combustión completa.
Entre los productos presentes en varios mercados a nivel mundial se encuentran los IQOS de Philip Morris International (PMI), los Glo de British American Tobacco (BAT), los Ploom de Japan Tobacco International y los PAX de Pax Labs.
“Aprobar estos dispositivos de tabaco calentado cuando estaban prohibidos en realidad es un paso atrás porque permite el ingreso al mercado de productos que estamos tratando de desestimular”, explicó a Sudestada el cardiólogo Eduardo Bianco.
“No hay ninguna evidencia científica independiente que avale que estos productos son menos dañinos. Puede haber menor concentración de tóxicos pero no hay ninguna evidencia de que eso implique menor daño”, completó el especialista.
